ARTES PLÁSTICAS
“Aquello que
persiste” es la primera exposición individual en un museo en Argentina de
Candelaria Traverso (1991, Córdoba - Argentina), una de las artistas más
singulares de su generación, y se puede visitar en el MACBA, avenida San Juan 328, hasta el 2 de
noviembre, entre las 12 y las 19 horas.
Con una obra
que entrelaza prácticas textiles, archivos personales y materialidades
descartadas, Traverso despliega en esta muestra una selección de trabajos
realizados en los últimos ocho años: tejidos, dibujos, cuadernos de artista y
esculturas blandas que examinan el tiempo, el consumo y la memoria encarnada en
los objetos.
La muestra
forma parte del programa anual expositivo del museo titulado Sentir abstracto,
dedicado enteramente a la mujer en conmemoración del 50 aniversario de la
instauración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer por parte
de las Naciones Unidas.
Según expresa Miguel A. López “la obra de
Candelaria Traverso opera con la precisión y sensibilidad de una costurera. Su
práctica artística consiste en crear patrones, cortar fragmentos, unir piezas
dispares, explorar los posibles usos de lo descartado y, en el proceso, transformar
nuestra percepción de los materiales. Su obra juega a armar y desarmar, dando
forma a esculturas blandas que exploran la memoria inscrita en la ropa y en otros
bienes de consumo masivo.
“Ella se aproxima a las prendas de vestir
no solo como objetos físicos, sino como huellas vivas: se pregunta por cuántas
manos y cuerpos han pasado, qué historias transportan y cómo revelan una
memoria de la vida compartida, de las transformaciones de la economía y las
formas de pertenecer a un territorio”.
Prendas, telas y sogas para el arte
Desde hace una
década, Candelaria ha venido empleando prendas usadas, telas, sogas y
materiales sintéticos para producir esculturas e instalaciones. Estos insumos
—provenientes mayormente de ropa donada, descartada o de excedentes de
tiendas—integran una vasta red global de comercio de ropa de segunda mano, que
ha adquirido un protagonismo importante en los paisajes comerciales de numerosos
lugares de América Latina, Asia y África.
Su vínculo con estos materiales no surge desde una mirada distante o antropológica, sino desde su experiencia como comerciante a pequeña escala: durante varios años, mientras estudiaba arte en la Universidad Nacional de Córdoba, se dedicó a la venta informal de ropa como medio de subsistencia. Nacida en Córdoba, vivió entre los 6 y los 17 años en Jujuy, provincia del noroeste argentino que limita con Chile y Bolivia.
A partir de 2013, cada vez que viajaba a Jujuy a visitar a
su familia, traía consigo ropa usada para revender en Córdoba y en Buenos Aires
de manera informal. La comercialización se daba en distintos espacios: en su
casa, en la universidad al estilo mantero —colocando las ropas sobre mantas en
el suelo— y en grandes ferias de ropa vintage en ambas ciudades.
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