ARTES PLÁSTICAS
Llegan dos
nuevas exposiciones al Centro Cultural Recoleta con las mujeres en el centro de
la escena. Desde esta semana se pueden visitar en las salas 13 y 14 del primer
piso del Centro Cultural Recoleta “Dar
una vuelta y ver qué hay”, muestra colectiva con la curaduría de Gabriel
Levinas (sala 13), y “Nací niña”, de la artista Minna Pietarinen, con el apoyo
de la Embajada de Finlandia en Buenos Aires (sala 14).
“Dar una
vuelta y ver qué hay” es una muestra colectiva y ecléctica integrada por
obras de cinco artistas mujeres: Eunice Balbi, Lina Cameli, Lucía
Erijimovich, Martina Servio Olavide y Candelaria Aset. Cada una de las
creadoras reunidas tiene un origen y un lenguaje distinto. Sus obras reflejan
retratos de personajes parecidos a los que todos conocen, preocupación
ecológica, un fogoso expresionismo, una estética tortuosa y poética de un arte
nacido en los confines del territorio argentino.
Eunice Balbi
produce retratos y escenas tan armónicas como perturbadoras. En las obras de Lina
Cameli, la leyenda del Yaguarón (criatura que habita las aguas del Paraná)
se transforma para salir a vengarse de quienes contaminan el río. Lina y su
propia madre recolectaron la basura de sus orillas y la convirtieron en obras
de arte. Lucía Erijimovich propone objetos cotidianos que se presentan
descontextualizados, flotando en paisajes oníricos o interiores psíquicos.
En las obras
pictóricas de Marina Servio Olavide se proyectan cuerpos en tensión que
se vuelven coreografía y movimiento. Candelaria Aset, a través de una
técnica ancestral, transforma las hojas del chaguar en un áspero hilo con el
que elabora objetos que, si bien parecen jarrones, son verdaderas obras que
carecen de utilidad práctica.
Por su parte “Nací
niña” reúne el arte y la poesía de la artista finlandesa Minna
Pietarinen, enfocada en los derechos de las mujeres y las niñas en todo el
mundo. A través de obras conmovedoras, Pietarinen destaca mujeres
inspiradoras de distintas culturas que han desafiado barreras y transformado
realidades, cada una representando un derecho humano fundamental.
Las obras están acompañadas por un poema
escrito específicamente para la persona retratada, y un texto que proporciona
información sobre la relevancia de ese derecho en la vida de la protagonista.
Estos textos están disponibles mediante códigos QR para que los visitantes
puedan leerlos.
La exposición
busca generar diálogo y promover la acción en torno a temas urgentes y actuales
relacionados con la igualdad de género y los derechos humanos. Su propuesta
pone el foco en la construcción de redes de acompañamiento entre mujeres
utilizando la expresión creativa como herramienta de empoderamiento y de
encuentro.
Los límites de
la materialidad
Mientras tanto,
también durante todo mayo se pueden ver dos grandes muestras en el Centro
Cultural Recoleta : “Un perfume de amor, sangre y nervios” , primera
exposición institucional de la artista Laura Códega en la sala C —que
cuenta con la curaduría de Carla Barbero—, y “La vigilia de los
harapos” , de la artista Josefina Labourt —curada por Javier
Villa—, en la sala J.
En “Un perfume
de amor, sangre y nervios”, Laura Códega despliega un lenguaje
visual desarrollado durante más de dos décadas en el que atraviesa diversos
medios como la pintura, el video, la escultura, el grabado, la música y la
escritura.
Su obra, de fuerte
material impronta, revisa las narrativas históricas para desafiar las formas
hegemónicas de representación. Con un interés particular en las tradiciones
populares y los relatos periféricos, la artista recupera figuras y temas
olvidados o marginales, proponiendo una mirada crítica sobre imaginarios
despreciados, cuentos como los paganos y antimodernos.
“La vigilia de
los harapos”, en tanto. presenta una selección antológica de las obras de Labourt,
realizada entre 2017 y la actualidad. En ellas conviven la escultura, el
relieve, la pintura y el collage. La artista trabaja con materiales como la
resina, toallas, gasas, cáscaras de huevo o cartapesta, entre otros, con los
cuales representan cuerpos femeninos que empujan a la vejez, la decrepitud o
incluso la deformidad.
Como parte del
programa curatorial de este año en el Centro Cultural Recoleta, ambas
exposiciones proponen un diálogo entre generaciones con el arte argentino. La
exhibición de Códega lo hace con una serie de grabados de Abraham
Vigo (Montevideo, 1893 - Buenos Aires, 1957) y Adolfo Bellocq
(Buenos Aires, 1899 - 1972) pertenecientes al acervo del Museo Nacional del
Grabado.
Por su parte, “La vigilia de los harapos” lo hace con las obras del escultor Norberto Gómez (Buenos Aires, 1941-2021) que refuerzan en sala la importancia histórica de la representación de los cuerpos como canal para visibilizar el drama social. Ambos escultores comparten una fascinación por ciertos materiales como la resina y su efecto viscoso y visceral. Pero mientras Labourt se concentra en la piel, la máscara o la cáscara, Gómez se concentra en la carne, las vísceras y los huesos.
Todas las exposiciones
podrán verse de martes a viernes de 12 a 21 horas y sábados, domingos y
feriados de 11 a 21 h con entrada libre y sin costo para residentes y
argentinos en Junín 1930, CABA. Programación completa en:
http://www.centroculturalrecoleta.org/ .
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