viernes, 28 de marzo de 2025

Benveniste y Rodriguez, pioneros del arte cinético en una muestra antológica de su obra

  



ARTES PLÁSTICAS

      El Museo Nacional de Bellas Artes abrió al público “Benveniste/Rodríguez. Percepción e ilusión”, la muestra que reúne, obras centrales de la producción temprana de Perla Benveniste y Eduardo Rodríguez, pioneros del arte cinético en la Argentina, junto con piezas surgidas de su trabajo reciente.

      Con la presencia de los artistas Perla Benveniste y Eduardo Rodríguez, el Museo Nacional de Bellas Artes inauguró el jueves 27 de marzo la exposición temporaria “Percepción e ilusión”, curada por María José Herrera, que reúne más de cincuenta obras tempranas y recientes de estos dos pioneros del arte cinético en la Argentina.

       La inauguración contó con la presencia del subsecretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli; el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat; la directora artística del Bellas Artes, Mariana Marchesi; y la curadora de la exposición, María José Herrera; entre otros funcionarios, artistas y personalidades de la cultura.

     “Esta muestra es un merecido homenaje a una pareja de artistas que, desde poéticas profundamente personales, han dejado su impronta en la historia visual de nuestro país”, afirmó Duprat.

       Herrera, por su parte, señaló: “El arte cinético argentino tiene un pasado y un presente. Un presente en el cual Perla y Eduardo son protagonistas, así como muchos jóvenes que trabajan a partir de imágenes digitales. Aquí lo que vamos a ver son imágenes absolutamente no-digitales, o sea analógicas, con distintos mecanismos a veces sencillos pero muy poéticos y eficaces”.

     El arte cinético es un arte geométrico y como tal no tiene significados o simbolismos explícitos ‒agregó la curadora‒, pero lo que uno termina descubriendo es que el movimiento es parte de la vida. Lo que se mueve está vivo. Este es un arte que busca el movimiento, un arte de participación, de contemplación. Hay que tomarse el tiempo de ver pasar una secuencia a la otra y van a ver que realmente es una sensación de felicidad y de belleza”.

    Al tomar la palabra, Benveniste manifestó su emoción: “Esto es para mí un momento muy importante. Ser mostrada en este Museo es un placer enorme”. En relación al título de la exposición, la artista comentó: “La ilusión para mí es poder encontrar los materiales, jugar con el acrílico, las transparencias… Y la percepción es la base de nuestro trabajo, sentir sensaciones, emociones, y desde ahí el cuerpo presente, porque el que lo percibe es el cuerpo”.

Arte para mirar y sentir

      A su turno, Rodríguez declaró: “Pese a nuestra edad, nuestro arte es muy joven. Es un arte que no necesita explicación, solo hay que mirarlo y sentirlo”.

       La exposición reúne más de 50 obras en la sala central del primer piso. Una de las obras de Rodríguez que pueden verse es “Espacio temporalizado”, con la que obtuvo el Gran Premio de Honor en el I Certamen de Investigaciones Visuales en 1970. Además, hay creaciones fechadas desde 1990 hasta el presente, pertenecientes a la colección del artista.

      En tanto, de Benveniste se exhibe “Retroanteroversión”, una caja cinética de 1969, donada por la propia autora al Bellas Artes. También pueden apreciarse series de obras de 2010, realizadas en madera y tela elástica, y otras más recientes creadas con acrílico, acetato y motores.

      “Benveniste/Rodríguez. Percepción e ilusión” puede visitarse hasta el 15 de junio de 2025 en la sala 33 del primer piso, de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, en el Museo ubicado en Avenida del Libertador 1473, CABA.

  “Desde los años 60 hasta la actualidad ‒precisa María José Herrera‒, Benveniste y Rodríguez trabajan con máquinas, relieves y esculturas cuya magia consiste en la transformación. Con ingeniosos mecanismos, formas y colores mutan casi al infinito, en una poética metáfora de la vida y su trascendencia”. 

      Esta exposición se suma a otras muestras emblemáticas de arte cinético celebradas en el Bellas Artes, como la exhibición en 1958 del franco-húngaro Victor Vasarely y “La inestabilidad”, del Groupe de Recherche d’Art Visuel (GRAV), en 1964, que marcaron, respectivamente, los comienzos y la consagración del cinetismo en el país. Esta genealogía continuó en 2012 con “Real/Virtual. Arte cinético argentino de los años sesenta”, también curada por Herrera. 

Unidad entre la danza y la plástica

      Nacida en 1943, Perla Benveniste exploró desde chica el campo de la danza y estudió dibujo en la Escuela Panamericana de Arte. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en la década del 60. El concepto de movimiento que incorporó de la danza fue retomado luego en sus obras cinéticas y performances. 

      Hacia 1969 participó de la muestra Luz, color, reflejo, sonido y movimiento en el Instituto Di Tella, donde exhibió cajas cinéticas. Atraída por la idea de un arte efímero, en los años 70 realizó sus primeras performances. 

       También en esa época se unió a las actividades impulsadas por los artistas nucleados en torno al Centro de Arte y Comunicación (CAYC). Participó en la creación colectiva de la obra Proceso a nuestra realidad (1973), conocida como Ezeiza es Trelew, que se presentó en el IV Salón Premio Artistas con Acrílicopaolini. 

 
Juegos de luz y color sobre el metal

  En 2011, junto con Eduardo Rodríguez, su marido, integró la muestra Desde otro lugar, curada por María Cristina Rossi en la Fundación Federico Jorge Klemm. Un año después, fue parte de Real/Virtual. Arte cinético argentino en los años sesenta, curada por María José Herrera en el Museo Nacional de Bellas Artes. Continúa desarrollando su práctica en torno al arte óptico y cinético. 

    En tanto Eduardo Rodriguez, nacido en 1934, egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano en 1960 y completó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. En 1965, como parte de la muestra Valores del arte actual en la galería Guernica, presentó obras que juegan con efectos ópticos producidos por la acción de la luz y el color sobre fragmentos de metal. Hacia 1966 comenzó a experimentar con materiales plásticos como el acrílico y el poliéster. 

     En los años 80, dio inicio a sus esculturas de acrílico moldeado, tallado y torneado. Integró la muestra Desde otro lugar, curada por María Cristina Rossi en la Fundación Federico Jorge Klemm, que presentó piezas de su autoría junto a las de su esposa, Perla Benveniste. 

      En 2012 fue parte de Real/Virtual. Arte cinético argentino en los años sesenta, curada por María José Herrera en el Museo Nacional de Bellas Artes. Actualmente continúa trabajando en sus esculturas de acrílico y “luminomóviles”.

 

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