ARTES PLÁSTICAS
El Museo Nacional de Bellas Artes abrió
al público “Benveniste/Rodríguez. Percepción e ilusión”, la muestra que reúne,
obras centrales de la producción temprana de Perla Benveniste y Eduardo
Rodríguez, pioneros del arte cinético en la Argentina, junto con
piezas surgidas de su trabajo reciente.
Con la presencia de los artistas Perla
Benveniste y Eduardo Rodríguez, el Museo Nacional de Bellas Artes inauguró
el jueves 27 de marzo la exposición temporaria “Percepción e ilusión”,
curada por María José Herrera, que reúne más de cincuenta obras
tempranas y recientes de estos dos pioneros del arte cinético en la Argentina.
“Esta muestra es un merecido homenaje a una pareja de artistas que, desde poéticas profundamente personales, han dejado su impronta en la historia visual de nuestro país”, afirmó Duprat.
Al tomar la palabra, Benveniste manifestó su emoción: “Esto es para mí un momento muy importante. Ser mostrada en este Museo es un placer enorme”. En relación al título de la exposición, la artista comentó: “La ilusión para mí es poder encontrar los materiales, jugar con el acrílico, las transparencias… Y la percepción es la base de nuestro trabajo, sentir sensaciones, emociones, y desde ahí el cuerpo presente, porque el que lo percibe es el cuerpo”.
Esta exposición se suma a otras
muestras emblemáticas de arte cinético celebradas en el Bellas Artes, como la
exhibición en 1958 del franco-húngaro Victor Vasarely y “La inestabilidad”,
del Groupe de Recherche d’Art Visuel (GRAV), en 1964, que marcaron,
respectivamente, los comienzos y la consagración del cinetismo en el país. Esta
genealogía continuó en 2012 con “Real/Virtual. Arte cinético argentino de
los años sesenta”, también curada por Herrera.
Unidad entre la danza y la plástica
Nacida en 1943, Perla Benveniste
exploró desde chica el campo de la danza y estudió dibujo en la Escuela
Panamericana de Arte. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano
Pueyrredón en la década del 60. El concepto de movimiento que incorporó de la
danza fue retomado luego en sus obras cinéticas y performances.
Hacia 1969 participó de la muestra
Luz, color, reflejo, sonido y movimiento en el Instituto Di Tella, donde
exhibió cajas cinéticas. Atraída por la idea de un arte efímero, en los años 70
realizó sus primeras performances.
También en esa época se unió a las
actividades impulsadas por los artistas nucleados en torno al Centro de Arte y
Comunicación (CAYC). Participó en la creación colectiva de la obra Proceso a
nuestra realidad (1973), conocida como Ezeiza es Trelew, que se presentó en el
IV Salón Premio Artistas con Acrílicopaolini.
Juegos de luz y color sobre el metal
En 2011, junto con Eduardo Rodríguez, su marido, integró la muestra Desde otro lugar, curada por María Cristina Rossi en la Fundación Federico Jorge Klemm. Un año después, fue parte de Real/Virtual. Arte cinético argentino en los años sesenta, curada por María José Herrera en el Museo Nacional de Bellas Artes. Continúa desarrollando su práctica en torno al arte óptico y cinético.
En los años 80, dio inicio a sus
esculturas de acrílico moldeado, tallado y torneado. Integró la muestra Desde
otro lugar, curada por María Cristina Rossi en la Fundación Federico
Jorge Klemm, que presentó piezas de su autoría junto a las de su esposa,
Perla Benveniste.
En 2012 fue parte de Real/Virtual.
Arte cinético argentino en los años sesenta, curada por María José
Herrera en el Museo Nacional de Bellas Artes. Actualmente continúa
trabajando en sus esculturas de acrílico y “luminomóviles”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario